Calla el tiempo su dolor,
calla el alma toda pena
y se oculta el sinsabor
cuando llega primavera.
Calla el ser en su camino,
por no dar ninguna voz,
y no despertar su sueño
tomando desnudo el sol.
Calla esta magia que lleva,
su tecleo de ilusión
en este juego del verbo
que entretiene el corazón.
Y por callar no se calla
eso que pienso mejor;
los duendes con los que juego
en los dedos del amor.
Inspiraciones baldías,
ocio para mi razón,
manteniendo algún latido
de un vetusto corazón.
*alv en: "Ranita Azul"